La montaña se yergue
El trabajo de la sala se basa en un sueño. Como hija de camarera en un verano lluvioso en la Suiza central, dibujaba constantemente los gigantes montañosos que me rodeaban.
Me enteré de que se ahuecan y se amueblan con fines de defensa civil. Todos los suizos tienen (¿tenían?) derecho a una cama segura en caso de catástrofe. Por la noche soñaba que las montañas Klönthal se movían, me levantaba y me acostaba.
Los intervalos del movimiento de trece partes eran originalmente de madera. Después se pintaban y se plasmaban en pliegues de hierro. Éstas están rematadas con formas de terracota cuyo interior está modelado y pintado. La forma exterior se caracteriza por impresiones de estructuras técnicas.