El cuadro de devoción del salón privado se inspiró en la Virgen del Seminario de Freising de la parroquia de Jetzendorf, del siglo XVIII.
Un lirio, aunque tallado en madera de tilo, sigue pareciendo fragante.
Lo entrega la delicada figura de María.
Las manos de un contemporáneo las sostienen para los devotos del siglo XXI.
Un detalle fotográfico de la Inmaculada en la sala se convierte en una ventana de devoción.
El motivo se quema sobre vidrio de 6 mm de grosor. El estuche de acero inoxidable sirve tanto para guardar como para colocar la imagen para su devoción.