Se escribieron nueve libros específicamente sobre el dolor de Hertha. Su matrimonio con su marido, el médico Erich Nathorff, se había vuelto muy difícil tras la expulsión de Alemania. Él aprobó los exámenes de medicina y ella mantuvo a la familia a flote con trabajos como camarera de cocina, enfermera de noche, cuidadora privada, empleada doméstica, pianista y enfermera en un campamento juvenil. A pesar de su doctorado alemán en medicina, no recibió ninguna ayuda de él para establecerse profesionalmente en Nueva York. Cuando él murió en 1954, ella no tenía ahorros y cayó definitivamente en la pobreza. La temprana muerte de su hijo Heinz Nathorff, nacido el 10 de enero de 1925 y fallecido en 1988, la llevó a la desesperación. Demasiado amor y dolor para una sola vida.