Nele StröbelChittagong BluesDesde hace más de dos décadas, la escultora muniquesa Nele Ströbel explora y procesa los más diversos conceptos de espacio en su obra de múltiples capas. Su obra se sitúa en el campo de la tensión entre el espacio (de acción) humano experimentado, recordado o presente -que se manifiesta tanto en construcciones arquitectónicas como en flujos de datos digitales- y las situaciones espaciales diseñadas artísticamente con libertad, creadas por obras escultóricas, dibujos analíticos, proyecciones e instalaciones espaciales, que son siempre un reflejo del examen que Ströbel hace de los lugares y sus características especiales moldeadas por las personas.Nele Ströbel expone ahora su actual proyecto «Chittagong Blues» en el Centro Cultural Puchheim PUC, para el que fue decisivo un viaje de trabajo a Dhaka y a la ciudad costera de Chittagong, en Bangladesh. Allí, Nele Ströbel trabajó con la academia de arte local, en un lugar que se caracteriza por una forma especial de industria. Chittagong es un centro de «naufragios»: en las condiciones de trabajo más duras, se desmantelan y canibalizan transatlánticos fuera de servicio para obtener material reutilizable, desde materias primas como acero y hierro hasta máquinas, equipos y tornillos individuales, que se venden en las llamadas «boutiques de naufragios». A través de la Academia de Arte de Chittagong, tuvimos la oportunidad de entrar en la zona restringida. Aquí, con la marea alta, enormes transatlánticos se plantan en la playa a toda máquina y se desmantelan con sopletes y mano de obra. Los grandes restos del naufragio se alzan como esculturas en tierra de nadie frente a un horizonte infinitamente llano. Aquí es donde empecé a hacer los bocetos de las terracotas. Más tarde visité la herrería donde se cortan las grandes planchas y se forjan en acero estructural. Los muebles del interior del barco se venden en los llamados «wreckshops» o «boutiques de desguace de barcos» en la polvorienta carretera de Dhaka. Una aproximación artística al poder creativo de las estrategias de supervivencia en un país sin recursos minerales y con infinitos recursos humanos, realmente indescriptible». (Nele Ströbel sobre su trabajo en Chittagong)Nele Ströbel desarrolló su sonido espacial multimedia sobre los trabajadores del hierro en Bangladesh para la PUC. Bajo la impresión del trabajo sobre las gigantescas planchas de acero de los barcos, la artista ha creado obras de arcilla que se disponen sobre grandes cubos blancos. Sobre éstos y los objetos de arcilla modelada se proyecta un bucle de foto-vídeo mediante un proyector giratorio, para el que Nele Ströbel filmó en la zona cerrada de desguace junto al mar y en una fundición de Chittagong, acompañada de material sonoro que también se grabó in situ. Además, se muestran dibujos que abordan el tema (topo-)gráficamente.

Con el proyecto Chittagong, la obra de Nele Ströbel se mueve una vez más en el campo de fuerza entre el arte y la tecnología: esta vez negocia la deconstrucción constructiva que tiene lugar en los desguaces, ferrerías, plantas de desmantelamiento y mercados de reciclaje de Chittagong.Estas construcciones navales, que son conducidas a través de los océanos para desembarcar finalmente en Chittagong, están hechas de acero y hierro, en última instancia mineral extraído de la tierra. En una inaccesible zona intermedia entre el mar y la tierra, son destripados y desmembrados en un «espectáculo infernal» con sudor-fuego y fuerza humana, para ser devueltos a la materia prima como el hierro en una tierra sin reservas de mineral. Este ciclo material se convierte en el punto de partida de las obras de arcilla, las esculturas se cortan y moldean a partir de losas de arcilla «sólidas», igual que se cortan y moldean enormes planchas de acero en Chittagong y se funden. La tierra (arcillosa) experimenta un tratamiento análogo al del mineral producto de la tierra, el fuego y el calor desempeñan un papel importante en ambas ocasiones. Con los cortes en la superficie, su curvatura y levantamiento, se crea una tridimensionalidad, se apropia del espacio. Las dimensiones se exploran, en tonos rojos y claros, se despliegan libremente o se inscriben, «alojadas», en una forma exterior tonal. La creación y el desarrollo de las formas pueden experimentarse y comprenderse: el material «muerto» cobra vida a través del trabajo humano y artístico. El material fotográfico y fílmico «expone» literalmente el fondo topográfico de las esculturas de arcilla: El proyector giratorio deja que las imágenes se deslicen sobre la instalación como el haz de luz de un faro, las obras de arcilla salen a la superficie como restos flotantes en un mar oscuro.Dagmar Schott Noviembre de 2011